El incienso ha sido valorado y comercializado por más de 5.000 años y ha sido utilizado durante mucho tiempo como parte de ceremonias o para fragar templos o hogares de líderes. Hace mucho que se documenta como un aceite "sane-all", utilizado para tratar todo, desde indigestión hasta tos y resfriados hasta hemorroides. Hoy, reconocemos los efectos curativos y calmantes de este aceite.