indicaciones
La penicilina es adecuada para diversas infecciones causadas por bacterias sensibles como abscesos, bacteriemia, neumonía y endocarditis.
Entre ellos, la penicilina es el fármaco de elección para las siguientes infecciones:
1. Infecciones estreptocócicas hemolíticas como faringitis, amigdalitis, escarlatina, erisipelas, celulitis, y fiebre puerperal.
2. Infecciones por Streptococcus pneumoniae como neumonía, otitis media, meningitis y bacteriemia.
3. No produce infección estafilocócica por penicilinasa.
4. Ántrax.
5. Infección por clostridio como tétanos y gangrena gaseosa.
6. Sífilis (incluyendo sífilis congénita).
7. Leptospirosis.
8. Volver al calor.
9. difteria.
10. La penicilina se combina con aminoglucósidos para el tratamiento de la endocarditis por Streptococcus viridans.
La penicilina también puede usarse para el tratamiento:
1. Meningitis cerebroespinal epidémica.
2. Actinomicosis.
3. gonorrea.
4. Fen Sen angina.
5. Enfermedad de Lyme.
6. Matar más infecciones Pasteurella.
7. El ratón muerde el calor.
8. Infección por Listeria.
9. Muchas infecciones anaeróbicas distintas de Bacteroides fragilis.
En pacientes con cardiopatía reumática o cardiopatía congénita, la penicilina puede usarse para prevenir la endocarditis infecciosa antes de la cirugía y operación oral, dental, gastrointestinal o genitourinaria.