La Terapia magnética pulsada, también conocida como Terapia de campo electromagnético pulsada (PEMF), es un tratamiento médico no invasivo que utiliza campos electromagnéticos para estimular los procesos de curación en el cuerpo. Implica la aplicación de campos electromagnéticos pulsados al cuerpo para ayudar a mejorar varias condiciones de salud y promover el bienestar general.
El principio subyacente de la terapia magnética pulsada es que los campos electromagnéticos pueden influir en el comportamiento celular y los procesos fisiológicos. Se cree que la naturaleza pulsante de los campos electromagnéticos es particularmente eficaz en la obtención de respuestas de las células y los tejidos.
Los dispositivos de Terapia magnética pulsada suelen consistir en una unidad de control que genera pulsos electromagnéticos y aplicadores que administran estos pulsos a áreas específicas del cuerpo. Estos aplicadores pueden venir en varias formas, tales como esterillas, almohadillas, bobinas, o dispositivos especializados diseñados para partes específicas del cuerpo.
Algunos beneficios potenciales atribuidos a la Terapia magnética pulsada incluyen:
Alivio del dolor: La terapia PEMF se usa a menudo para aliviar el dolor de afecciones como artritis, lesiones musculoesqueléticas y trastornos crónicos del dolor.
Reducción de la inflamación: Puede ayudar a reducir la inflamación influyendo en los procesos celulares relacionados con la inflamación y la respuesta inmune.
Curación mejorada: Se cree que la terapia PEMF estimula las actividades celulares que son cruciales para la reparación y regeneración de tejidos, acelerando potencialmente la curación de fracturas, heridas y lesiones.
Circulación mejorada: Los campos electromagnéticos pueden promover un mejor flujo sanguíneo al afectar la dilatación de los vasos sanguíneos y otros factores circulatorios.
Relajación y reducción del estrés: Algunas personas informan de sentimientos de relajación y reducción del estrés después de someterse a sesiones de terapia PEMF.
Salud ósea: Hay algunas investigaciones que sugieren que la terapia con PEMF podría tener un impacto positivo en la densidad ósea y la salud ósea, lo que lo convierte en un tratamiento complementario potencial para la osteoporosis.